domingo, 1 de febrero de 2015

ORIGEN: SERIES DEL CARIBE



Origen y esencia de las Series del Caribe


Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga

Para el amigo Michel Contreras

   Los Vegueros de Pinar del Río nos representarán en la Serie del Caribe 2015 con un elenco de lujo: doce integrantes del equipo campeón 2013-2014 y dieciséis refuerzos. Hubo polémicas en torno a la conformación del Seleccionado, la gente no parecía ponerse de acuerdo, hasta que apareció una decisión salomónica: meses más tarde todos sus integrantes, incluidos los que ahora vayan a San Juan de Puerto Rico, viajarán al torneo Challenger, en Canadá. Este acontecimiento tiene su historia.

   En 1947, la Liga de Béisbol Profesional Cubana sería la primera en asociarse con las Ligas Menores de los Estados Unidos, a través de un Pacto o Acuerdo entre ambas instituciones, donde estamparon sus rúbricas George Trautman, presidente de la National Association of Professional Baseball Leagues y Julio Sanguily, principal accionista del Almendares (eran 10), quien fue comisionado por la máxima entidad de nuestro país. Ambas se supeditarían a las Major League Baseball (Grandes Ligas).

   Por sus ventajas económicas y de indudable convocatoria a jugadores de la zona, el Acuerdo se extendió en corto tiempo a otros países de Centroamérica y el Caribe, como Venezuela, Puerto Rico y Panamá, años después lo harían México y República Dominicana.

   Como resultado, surgió la Confederación de Países del Béisbol Profesional del Caribe, adscripta al Béisbol Organizado de los Estados Unidos, una organización regional, de donde brotarían las Series del Caribe entre equipos campeones, diseñadas para efectuarse en el mes de febrero, al final de los torneos de cada nación vinculante, con una norma esencial: “Ninguna liga de cualquier país puede estar representada en el organismo si su categoría no es profesional…”

   La absoluta exclusión de amateurs, nos dice que en estos eventos se enfrentan clubes que funcionan como empresas, como sucedía con Habana, Almendares, Cienfuegos y Marianao, no países, como en los Clásicos Mundiales y otras competencias internacionales. Por esa razón, en esos equipos juegan peloteros de cualquier lugar, incluidos norteamericanos y canadienses, ajenos a la zona geográfica. Así se concibió el espectáculo de mayor nivel del área, y así se ha mantenido, no sin etapas de zozobras.

   El sistema de empresas prevaleció en el béisbol profesional de la Isla desde las primeras décadas del siglo XX. Ya no solo existía el dueño, sino que prácticamente cada equipo funcionaba bajo el principio de Juntas Directivas. Abel Linares, el hombre que trajo a Babe Ruth en 1920 a Cuba, junto a Tinti Molina, Alex Pompez y otros, darían la clarinada.

   En la campaña 1950-1951, por ejemplo, los cuatro equipos actuantes en la Liga Profesional Cubana tenían esa estructura. El Almendares, con el Ing. Mario Mendoza como presidente, el Cienfuegos con Roberto Bobby Maduro, uno de los principales accionistas del Gran Stadium de La Habana y posterior dueño de los Cuban Sugar Kings, en el Habana Miguel Ángel González y la máxima autoridad del Marianao era Alfredo Pequeño. Todos hombres de negocios.

   Y entonces aparecen las contradicciones con la participación cubana. En primer lugar, las Series Nacionales fueron concebidas para vincular a todo el pueblo, mediante la representatividad por provincias, sin carácter financiero ni mercantil, por lo que se convierte en un hecho insólito para aquellas lides. Quizás por esa razón los villaclareños protestaron por los refuerzos en Isla Margarita, Venezuela 2014 y ahora los vueltabajeros querían a la totalidad de los Vegueros de Pinar del Río, prácticamente sin refuerzos. No deja de ser una concepción altruista, pero se aparta del espíritu competitivo del torneo invernal.

   El escollo principal radica en la estructura de las Series Nacionales, donde el color de la camiseta responde a criterios locales, tan arraigados en nuestro país después de medio siglo. La nueva Dirección Nacional de Béisbol ha anunciado un cambio que se adecue a los mandamientos internacionales como el Clásico Mundial, el Premier y otros donde compiten jugadores de Grandes Ligas y de las Menores. 

En Cuba abundan las empresas socialistas que bien pudieran acoger seis equipos para integrar un torneo élite, de donde saldría nuestro representante a la Serie del Caribe y otros con similar capacidad de convocatoria; siempre expuestos a refuerzos o a sustituciones imprevistas, que no es lo mismo, pero es igual, parafraseando a Silvio Rodríguez.

   Claro, el actual sistema competitivo (llamémosle así), deberá continuar priorizado, porque representa el aporte trascendental con un derrotero autóctono por primera vez en nuestra historia, que lleva a los mejores jugadores a todo el territorio nacional. Anteriormente lo hacían los profesionales en La Habana, algún que otro partido en Cienfuegos, Matanzas, Las Villas y otras provincias. La Liga Nacional Amateur, fundada en 1914 y adscripta a la Unión Atletica de Amateurs de Cuba a partir de 1922, solo se desarrollaba con jugadores blancos y en la parte occidental del país.

   La Liga Popular de Cuba, que eliminó la concepción racista, se jugaba por zonas y al final se enfrentaban los campeones de las mismas. La poderosa Liga Pedro Betancourt, de donde brotaron infinidad de jugadores insignes como Orestes Miñoso, Silvio García, Tony Taylor, Tany Pérez y Edmundo Amorós, era reducida a la geografía matancera; lo mismo sucedía con otras organizaciones de menor trascendencia. Ninguna de esas estructuras pudo ampliar el diapasón competitivo a todo el país, un mérito que mantendrá por siempre las Series Nacionales, de donde deberá surgir el campeón nacional, que bien pudiera representarnos con su roster íntegro, en otros torneos como el Challenger canadiense, los holandeses, etcétera.

   En la primera edición de las Series del Caribe compitieron el Mayagüez de Puerto Rico, el Escogido de Venezuela, el Spur Cola de Panamá, y por Cuba los Alacranes del Almendares, que se impondrían invictos a las órdenes de Fermín Guerra, otrora estelar receptor, quien trece años después ganaría con los Occidentales la primera edición de las Series Nacionales. Aquel torneo fundador se efectuó del 20 al 25 de febrero de 1949, en el flamante Gran Stadium de La Habana, hoy Latinoamericano, con la presencia de los equipos campeones de cada país. La victoria invicta del Almendares constituyó un éxito rotundo que celebró el pueblo por todo lo alto.

   Es bueno señalar que los Azules se vieron en la necesidad de incluir varios refuerzos, o sustitutos, según fuera el caso, entre los equipos perdedores, no olvidar que, años más tarde, en sus filas brilló el gran Camilo Pascual, lanzador fetiche del Cienfuegos. A su vez, contaban con un total de ocho norteamericanos: el pitcher Eddie Wright, el receptor Mike Sandlock, los jugadores de cuadro Chuck El Hombre Rifle Connors, quien después sería un destacado actor en Hollywood; Granny Hammer, y los jardineros Al Gionfrido, Sam El Sambo Jethroe y Monte Irvin, que llegaría a engrosar las filas del Salón de la Fama de Cooperstown. Lo mismo sucedía con los demás equipos. Todo en consonancia con el Pacto de 1947.

   Las Series del Caribe deben estudiarse por etapas, la primera de ellas hasta 1960, pues ya en 1961 Cuba fue excluida por razones políticas que han provocado una confrontación intelectual durante más de cincuenta años, entre algunos estudiosos que hablan de la ruptura cubana por la eliminación del profesionalismo y el avance a una sociedad socialista; otros con rigor enjuician una expulsión a todas luces injustificada. Cuba había participado ininterrumpidamente en esos torneos. De las primeras doce ediciones (1949-1960) ganó siete (cinco consecutivas, entre 1956 y 1960), Puerto Rico (4) y Panamá (1).

   Pero en 1961, la asociación perfecta Cuba-Estados Unidos comenzaba a deteriorarse en el campo político y económico, béisbol incluido. Ese año, el último de la fenecida Liga Profesional Cubana (1960-1961), se impuso el Cienfuegos, un team que vio crecer las opciones championables cuando el Béisbol Organizado prohibió la actuación de los jugadores foráneos en la Isla, lo que venía efectuándose desde la campaña de 1907, cuando se incorporaron dos jugadores blancos y ocho negros, incluido el inmortal lanzador Andrew Rube Foster, fundador en 1920 de las Ligas Independientes de Color o Ligas Negras Norteamericanas.

   Otro tanto trataron de hacer con los cubanos que allí se desempeñaban, pero todos dieron el espaldarazo a su país, a expensas de cualquier represalia y regresaron a competir. Fue entonces que Ford Fricks, comisionado de las Grandes Ligas, decidió cambiar la sede de la Serie del Caribe, que correspondía a La Habana 1961, hacia Venezuela, sin la presencia de los cubanos, por “falta de garantías y seguridad para los jugadores”, un pretexto que venía desde el advenimiento del 26 de julio de 1959, cuando se efectuaba un partido entre los Cuban Sugar Kings y el Alas Rojas de Rochester, de la Liga Internacional de la Florida, que se fue a extra inning y a la medianoche hubo disparos de felicidad en el abarrotado Coloso del Cerro, donde algunos afirman que hubo jugadores heridos, un cubano y un norteamericano. 

   Tal disposición provocó que el 24 de octubre de 1960, el capitán Felipe Guerra Matos, presidente de la Dirección General de Deportes, se reuniera con los directivos y jugadores de la Liga Profesional Cubana, para informarles que Cuba no permitiría que ningún equipo del país participara en la Serie del Caribe, si le retiraba el derecho a organizarla. Nuestra ausencia quebró aquellos torneos regionales, pues de setenta y dos partidos efectuados, había ganado cincuenta y dos, con la mayoría de los títulos.

   Aquella decisión norteamericana provocó la renuncia de Venezuela a organizar el torneo sin la presencia cubana y las Series del Caribe sufrieron uno de sus principales descalabros. A partir de entonces se celebrarían Torneos Interamericanos, entre los campeones profesionales de Panamá, Puerto Rico y Venezuela. Así, con altas y bajas estuvieron compitiendo, hasta que en 1970 se reanudaron con el nombre de Series del Caribe y la participación de Venezuela, México, Puerto Rico y República Dominicana.

   En los últimos tiempos había sido reclamada la presencia de Cuba, al desaparecer la palabra amateur de la Carta Olímpica, inspirados, quizás, en los recuerdos de aquellos años y la labor internacional de la Isla, sobre todo en los Clásicos Mundiales. Evidentemente, los criollos se ganarían el show y las gradas volverían a llenarse.

   Después de varios intentos, Cuba regresó al torneo de 2014, con el campeón Villa Clara (2012-2013), después de un año de atraso debido a las fechas competitivas de las Series Nacionales. Allí se dejó mucho que desear. A nuestro juicio, las autoridades del béisbol y los mismísimos jugadores nativos, no habían tomado conciencia del nivel de aquellas lides. Algunos llegaron a afirmar que sería un paseo para Villa Clara, rememorando los torneos internacionales de años atrás, donde Cuba se imponía sin dificultad alguna a equipos de aficionados.

   Hubo escollos que lograron sortearse para reaparecer en calidad de invitados en febrero de 2014, ya que nuestro país no pertenece al Béisbol Organizado, pero al parecer han quedado atrás y en breves días asistirá a Puerto Rico con un Vegueros de Pinar del Río reforzado, que debe dar una mejor batalla.

 Por su corta duración, quizás no sea la Serie del Caribe el mejor medidor, pues en pocos encuentros es difícil imponer la calidad, pero garantiza la unión de nuestros pueblos a través del deporte, con diferencias que en un tiempo parecían irreconciliables y hoy reaparecen con aires de moderación y necesario acercamiento, así como tantas otras formas de coexistencia pacífica.

      A continuación algunos datos estadísticos de nuestra actuación histórica.
SERIES DEL CARIBE (1949-1960)
   Año       Sede             Eq. Cubano        Manager             Campeón
1949
La Habana
Almendares
Fermín Guerra
Almendares: 6-0
1950
Puerto Rico
Almendares
Fermín Guerra
Carta Vieja Yankees, Panamá: 4-2
1951
Venezuela
Habana
Miguel Ángel González
Cangrejeros de Santurce, Puerto Rico: 5-1
1952
Panamá
Habana
Miguel Á. González
Habana: 5-0
1953
La Habana
Habana
Miguel Á. González
Cangrejeros de Santurce, Puerto Rico: 5-0
1954
Puerto Rico
Almendares
Bobby Bragan
Caguas, Puerto Rico: 4-2
1955
Venezuela
Almendares
Bobby Bragan
Cangrejeros de Santurce, Puerto Rico: 5-1
1956
Panamá
Cienfuegos
Oscar Rodríguez
Cienfuegos: 5-1
1957
La Habana
Marianao
Napoleón Reyes
Marianao: 5-1
1958
Puerto Rico
Marianao
Napoleón Reyes
Marianao: 4-2
1959
Venezuela
Almendares
Clemente Sungo Carrera
Almendares: 5-1
1960
Panamá
Cienfuegos
Tony Castaño
Cienfuegos: 6-0


JUGADORES MÁS VALIOSOS

Año             Sede                         Campeón                      Más Valioso           Pos.
1949
La Habana
Almendares

Agapito Mayor
p
1950
San Juan (Puerto Rico)
Carta Vieja Yankees
(Panamá)
Joe Tumineli
3b
1951
Caracas (Venezuela)
Cangrejeros de Santurce
(Puerto Rico)
Luis Rodríguez Olmos
Jardinero
1952
Ciudad de Panamá
Habana
Thomas Fine*
p
1953
La Habana
Cangrejeros de Santurce
Willard Brown
Jardinero
1954
San Juan
Criollos de Caguas (Puerto Rico)
Jim Rivera
Jardinero
1955
Caracas
Cangrejero de Santurce
Don Zimmer
ss
1956
Ciudad de Panamá
Cienfuegos
Rafael Noble
Catcher
1957
La Habana
Marianao
Solly Drake*
Jardinero
1958
San Juan
Marianao
Earl Battey (Valencia, Venezuela)
Catcher
1959
Caracas
Almendares
Norm Cash
(C. Oriente, Venezuela
1ra. base
1960
Ciudad de Panamá
Cienfuegos
Camilo Pascual (Cuba)
P

Notas:
-Jugadores norteamericanos, de la Liga Profesional Cubana.
-No siempre coincide el Más Valioso con el equipo campeón.


LÍDERES DE LOS BATEADORES
Año                   Jugador                                País                  Vb       H      Ave.
1949
Albert Gionfrido (Al)
Almendares*
15
8
.533
1950
Héctor Rodríguez
Almendares
19
9
.474
1951
Lorenzo Cabrera (Chiquitín)*
Habana
21
13
.619
1952
Edmundo Amorós (Sandy)
Habana
20
9
.450
1953
Pedro Formental (Perico 300)
Habana
25
14
.560
1954
Jim Rivera
Puerto Rico
29
9
.450
1955
Rocky Nelson
Almendares*
17
8
.471
1956
Rafael Noble (San)
Cienfuegos
15
6
.400
1957
Solomon Drake (Solly)
Marianao*
22
10
.455
1958
Bob Wilson
Venezuela
--
--
.500
1959
Jesús Mora
Luis García
Venezuela
Venezuela
--
--
.417
1960
Tommy Davis
Puerto Rico
--
--
.409
Notas:
*Jugadores norteamericanos, de la Liga Profesional Cubana.
-El récord de Chiquitín Cabrera (.619), se conserva hasta la actualidad.

LÍDERES EN JONRONES
Año                   Jugador                                País              Jonrones      
1949
Monford M. Irvin (Monte)
Almendares*
2
1950
Joe Tuminelli
Panamá
2
1951
Luis Rodríguez Olmo
Puerto Rico
3
1952
John Jorgensen (Spider)
Wilmer Field
Habana*
Venezuela
2
2
1953
Willard Brown
Puerto Rico
4
1954
Ray Orteig
Almendares*
2
1955
Don Zimmer
Puerto Rico
3
1956
Louis Limmer (Lou)
Elías Osorio
Puerto Rico
Panamá
3
3
1957
Luis Márquez
Puerto Rico
2
1958
Louis Limmer
Venezuela
2
1959
Norman Cash
Venezuela
2
1960
Héctor López
Tommy Davis
Félix Torres
Panamá
Puerto Rico
Puerto Rico
3
3
3
Nota: *Jugadores norteamericanos, de la Liga Profesional Cubana.

LÍDERES DE LOS LANZADORES

Año                   Pitcher                                País                     G       PH      Ave.
1949
Agapito Mayor
Almendares
3
0
1,000
1950
Robert Hooper (Bob)
Almendares*
2
0
1,000
1951
José G. Santiago
Puerto Rico
2
0
1,000
1952
Thomas Fine
Habana*
2
0
1,000
1953
Bob Holloman
Puerto Rico
2
0
1,000
1954
Víctor Stricka
Panamá
2
0
1,000
1955
Bill Greason
Puerto Rico
2
0
1,000
1956
Camilo Pascual
Cienfuegos
2
0
1,000
1957
Winston Brown
James P. Bunning (Jim)
Panamá
Cuba*
2
0
1,000
1958
Humberto Robinson
Panamá
2
0
1,000
1959
Camilo Pascual
Wamer Birrer
Almendares
Venezuela
2
2
0
0
1,000
1,000
1960
Camilo Pascual
Cienfuegos
2
0
1,000
Notas:
*Lanzadores norteamericanos, de la Liga Profesional Cubana.
-De refuerzo con los Leones del Habana, el norteamericano Thomas Fine fue el primer pitcher que propinó un juego sin hits ni carreras, el 21 de febrero de 1952, ante el Cervecería Caracas, de Venezuela (1 x 0).
-En 1956 Camilo Pascual actuó como refuerzo del Almendares.
-Camilo Pascual ha sido el único en lograr coronas de pitcheo con distintos equipos.
-Carlos Patato Pascual y Camilo, fueron los dos únicos hermanos cubanos en esos clásicos.
BASES ROBADAS

Año                   Jugador                                País                   BR     
1949
Monford M. Irvin (Monte)
Almendares*
11
1950
Joe Tuminelli
Panamá
6
1951
René González
Venezuela*
11
1952
Wilmer Fields
Venezuela
7
1953
Willard Brown
Puerto Rico
13
1954
Luis García
Venezuela
9
1955
Willie Mays
Puerto Rico
9
1956
Robert Boyd
Cienfuegos*
11
1957
Orestes Miñoso (Minnie)
Harold Smith (Cura)
Marianao
Marianao*
7
1958
Víctor Pellot Power
Puerto Rico
8
1959
Norman Cash
Venezuela
8
1960
Stan Palys
Panamá
12
Nota: *Jugadores norteamericanos, de la Liga Profesional Cubana.
-René González fue un jugador cubano, que ese año representó a Venezuela con el Navegantes de Magallanes.


Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga
Enero de 2015.




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