jueves, 3 de agosto de 2017

EXCELSOS COMENTARIOS

Carlos Rodríguez Candila:  

Jaime García es un excelente pitcher y que bien. Esperemos que Joe Girardi lo incluya en lista de  abridores naturales pues son seis. Al paso que llevan los Yankees están camino a playoff y con muchas posibilidades de serie mundial. Bien por cambio a esa franquicia.

Confiemos en que Girardi se olvide de sus caprichos y no le haga lo que a Alfredo Aceves en serie mundial cuando lo tuvo lanzando casi dos juegos de calentamiento sin llamarlo a la loma aun perdiendo como ocurrió con la misma serie.

Carlos Castillo Barrio:

Que sabor más amargo el olvido en que se tienen los nombres de atletas, no solo beisbolistas, que dieran tanta gloria y aplausos entre los fans, en sus momentos de triunfos y como siempre, el ejemplo de Humberto Mariles ¿lo recuerdan en los Primeros Olímpicos en Londres después de la nefasta II Guerra Mundial?

¿Y recuerdan quién le dio los méritos?: sí, aquel caballo llamado Arete.

¿En qué lugar este caballo fue sepultado en la Cd. de México con todos los honores; ¿alguien puede darnos la fecha y el lugar? Esto sin causar ofensas a nadie, a ningún atleta, todos merecen su sitio para no ser olvidados.

Otro ejemplo, Ramón "Lotario" Rodríguez, catcher cubano. Aquí jugó y fue manager de los "Pericos" de Mérida, en Liga Peninsular, creo de 1950, en el Estadio Salvador Alvarado y luego en el parque Carta Clara, primero con iluminación artificial en el Sureste y jugó 3 años con los Petroleros de Poza Rica.

En los archivos de Historia Biográfica del Beisbol Cubano, figura que jugó con Petroleros de Poza Rica en 1960, cuando que en realidad también figuró en 1958 y 1959.

Ah! el beisbol cubano de antaño, como lo vivo en la isla. Saludos.

Carlos Rodríguez Candila:

Otro comentario:

Muy exacto y admirable tus aportes Jesús. Algo o quizá un poco más recuerdo de esos verdaderos gladiadores por así decir, incansables del tradicional béisbol aprendido en nuestra era transicional que gira entre modernidad y capacidad real del pitcher que con "X" número de lanzamientos de cinco a siete entradas es removido aun ganando con amplia ventaja es sustituido para darle "chance" al relevista pues el inicialista rebasa los 100 lanzamientos y así, incluso el "cerrador" vaya como vaya el score y aun así hasta pierden el juego, más es lo moderno, salvo excepciones .

Bien por los datos que aporta Heriberto Corral que acertó la trivia que planteaste.

Efectivamente el último pitcher en ganar 30 o más juegos fue Denny MacLain con los Tigres de Detroit (31 en total contra 6 derrotas en temporada regular 162 juegos, entonces).

Lo que agrego es que además en tal temporada,  en el clásico otoñal tres victorias fueron para Mike Lolich y una de McLain.

Sin embargo, McLain truncó su carrera al ser suspendido –primero tres meses—por el Alto Comisionado Bowie Kuhn al comprobarse que participaba y financiaba una red clandestina de bancas de apuestas.

Si mi memoria no falla, según crónica del tiempo en 1968, siendo Mickey Mantle su ídolo desde antes de ser el gran pitcher,  en el juego último en temporada regular le lanzó tan fácil para que diera efectivo y resultó jonrón   e incluso fue a felicitarlo cuando pisó el pentágono  a modo de honrar a tan grande y formidable pelotero.

Su suspensión cortó quizá una gran carrera de más registros, como dejar esa historia de ser hasta hoy el último en ganar más de 30 juegos en la Gran Carpa.

Jesús, agrego que como bien apuntas, hoy es difícil ver ganadores de 20 o más juegos merced a reglas que considero absurdas. Ya  no vemos en horizonte volver a ver la sensatez de mánagers más estratégicos que dejen a sus pitchers  lanzar juegos completos.

Excepto  Clayton Kershaw puede superar en 20 o más aperturas con juegos iniciados y ganados incluyendo hacerlo solo. Como Fernando Valenzuela lanzaba y otros más 9 entradas con victoria o derrota y como él muy escasos estrategas dejan tirar juego completo con o en desventaja mínima confiar que el resto del equipo haga la tarea de sacarlo en victoria. 

Creo que eso está acabando la esencia del béisbol para darle entrada a una modificación donde en ocasiones la contrariedad y desagrado del pitcher entrega la pelota a un relevista solo porque le batearon un hit, doble, sencillo o triple o quizá home-run aun teniendo ventaja en marcador .

Por eso exalto las anécdotas de Ronnie Camacho cuando el béisbol era de fajarse y los managers alineaban por sapiencia y no "reglitas"  a modo de instructivo que a propósito menciona como corolario poético  de su última crónica: Nosotros,  Los de Entonces Ya No somos los Mismos de Antes. Fracción del poema veinte de Pablo Neruda.


Saludos y un abrazo como siempre.

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